- A veces pienso que sólo se trata de escoger.
Tienes que escoger un camino tras otro, no importa si es el correcto o no, la única cosa realmente importante es que estés seguro de tu elección, y quizá ni siquiera eso importa. Porque la vida es un montón de ciclos y lo que debes hacer es saber aceptar el fin de cada uno de ellos, así como entender que después de cada final habrá un nuevo comienzo.
- No, la vida es mucho más sencilla que todo eso. Lo que tienes que hacer es saber conseguir que la vida sea vida. Y punto. Todo lo demás sobra. Los mensajes en botellas, saltar sobre las hojas secas en otoño, descubrir los nombres de las estrellas y constelaciones…
Ya sabes, todo ese tipo de cosas, en realidad no tiene nada que ver con sentirse vivo. Sentirse vivo es tener a alguien con quien compartir la vida, aunque seas tú mismo.
Sentir que tienes a alguien que quiere verte sonreír incluso los domingos por la mañana, cuando tu pelo es un auténtico desastre; sentir que tienes a alguien que quiere verte sonreír aunque tu sonrisa sea una puta mentira, porque quizá así acabes creyéndotela; sentir que tienes a alguien que quiere verte sonreír aunque nadie pertenezca a nadie.